jueves, 28 de mayo de 2009

Último día...




Último día antes de lo que se considera una "marca" en tu vida. Último día, antes de entrar, aunque sea artificialmente, en una nueva etapa.

Día para pensar, para reflexionar... Aunque hace ya tiempo que lo hago... A veces las fechas relevantes sirven para darte el empujoncito para dar un pequeño salto al vacío que sabes que te va a encadenar saltitos cada vez mayores para tirar adelante y no caer. Miras, te asomas, no acabas de ver si hay red o no, a veces te lo parece, a veces no, y a veces te lias la vida por montera y a la cabeza y te llenas de energía para hacerlo y te decides y a ratos te quedas quieta pensando que mejor ser precavida. Pero a veces, mirar atrás y tener una fecha relevante delante te da el empujoncito que te hace falta para dar ese pequeño salto que encadena, para realmente dejar atrás lo que quieres que se quede ahí, y moverte e ir a por lo que quieres que tienes delante. Hacer tu mismo que realmente sea una fecha relevante.

Pensar, releer, volver al pasado. Recordar como pensabas, pero desde la prespectiva del ahora, de lo que pasó después, ahora que sabes las consecuencias. Ahora que recuerdas lo que callaste y que te sigues arrepintiendo como el primer día de no haber dicho. De lo que te faltó valor para decir y para hacer. Y como esa pequeña heridita sigue ahí. Junto con otras muchas. Pequeñas heriditas que hace mucho que lames e intentas curar, al menos evitando heridas nuevas hechas de la misma forma. De los errores se aprende.

Y el tiempo pasa y todo cura. Las heridas se curan y algunas, cicatrizan. Para que no las olvides nunca, para que jamás olvides lo que aprendiste con ellas.



Un día... Un sólo día... Y seguiré sumando fechas, seguiré sumando momentos, seguiré sumando...

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