Yo, sigo siendo idiota. Ya lo decía Mäbu. Dejo que me apaleen, pero por los demás peleo. Me encabrito por mi, pero no lo saco, pero a mi gente que no la toquen. Sigo estando por todos, menos por mi.
Y sigo sin darme cuenta, aunque ahora más que antes, que acumulo rabia. Me la traen al pairo muchísimas más cosas. Me afectan menos otras muchas, lo cual, también me asusta. Porque me estoy inmunizando a cosas que creo que no debería. Y porque mi forma de que no me afecten puede dañar. Pero eso es harina de otro trigal. El caso es que me suda la polla muchísimas cosas, muchas por mi. Pero que no me lo toquen.
Porque si hay un ente allá arriba, sabe, sólo él y yo sabemos, todo lo que he callado. Todo lo que me he tragado. Todo lo que no he hecho. Pero no me tientes. Porque lo que no hice una vez, bien puedo hacerlo ahora, y multiplicado por la rabia de los de mi alrededor.
Muchas cosas han jodido, pero unas más que otras, dándote cuenta de ello o no. Y una maldita cosa buena que pasa, no voy a dejar que se joda. Porque no seré muy mayor, pero algo de sabiduría, por experiencia, acumulo. Y sé. Puedo vislumbrar cosas. Ojalá me equivoque, nada desearía más en este momento. La pena es que no lo creo. Y ésta vez, no dudaré en actuar ni en hacer lo que de verdad creo en el momento.
Miro a mi alrededor, y siento que he aprendido. A palos. Pero aprendí. Me falta mucho por aprender, y sé también que lo aprenderé a palos. Pero me siento bien conmigo misma. Confío en mi. Sé los errores que no repetiré. Y los veo en otros, y siento que ésa lección, yo ya la tengo. Tengo mi bagagge, y lo llevo conmigo en mi viaje.
Pero sigo sacando las uñas por los que me importan. Y si se me va la pinza, será por ellos. Y no me arrepentiré.
Porque no me lo vas a tocar, métetelo en la mollera.
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