miércoles, 16 de febrero de 2011

Contradicciones




Cada vida está llena de contradicciones. Cada uno de nosotros lo está. Por no ser coherentes, somos incoherentes hasta con nosotros mismos.



Yo, soy una hiperactiva muy vaga. Soy una obsesa de la organización muy caótica y desastre. Soy una extrovertida muy tímida. Una parlanchina que se calla cuando tiene que hablar. Una gritona que susurra cuando se enfada. Me gusta ir al grano, pero me voy por las ramas. Una romántica que no le gustan las moñerías. Que no le gustan las moñerías pero que considera moñerías tonterías y le gusta que se las hagan. Y sino, se molesta. Me gustan las tecnologías pero prefiero una libreta y un boli y la agenda de toda la vida. Me gustan las maquinas de la cocina pero me encanta trabajar la comida y hacerla a fuego lento y ver fermentar un pan. Soy una miedosa pero me lío la manta a la cabeza y hago las cosas. Me gusta lo convencional y lo que sé que es seguro, porque lo diferente me asusta, pero a la vez me gusta probar cosas nuevas y no quedarme con la duda de si me hubiera gustado lo nuevo por tonta miedosa de no probarlo.



Estas son mis contradicciones, pero a la vez, las que me hacen ser quien soy. Las que me hacen frustrar cuando hago una cosa porque sé que también soy lo contrario.

Porque las frustraciones no dejan de ser miedos. Y me aterra quedarme inmóvil, y me aterra quedarme con la duda. Luego vienen los arrepentimientos. "No debería haberlo hecho porque yo soy así o asá" Pero también soy lo contrario. Unas veces la balanza se cae hacia un lado, y otras hacia el contrario.

Porque somos un cúmulo de cosas, de situaciones. Nos mueven distintas sensaciones y emociones. Esos son nuestros detonantes.

Porque... ¿quién somos en realidad?

lunes, 14 de febrero de 2011

A tope de power, loqui!





Tengo que dejar de ver princesas de barrio, ya lo dice mi padre... xD

Hoy me he levantado, San Valentín. Primer San Valentín que me levanto con la persona a la que quiero y que quiero celebrarlo. Donde "celebrarlo" es simplemente éste levantar con él. Hasta aquí la moñería xD Porque en realidad hemos "celebrado" el San Valentín este fin de semana, siendo éste la excusa para hacer un regalo (que si no hubiera habido San Valentín hubiera hecho igual) y pasarnos el fin de semana jugando a las magicas con los nuevos macitos que tanto coñazo me ha dado para conseguir (Le estoy cogiendo el gustillo a esto de los planeswalkers y al Tezzeret en concreto). Lo importante de esto no es que hoy sea San Valentín, sino la noticia que me han dado cuando aún estaba cogiendo fuerzas para levantarme. Primera llamada de mi jefe desde que estoy trabajando en que no es para echarme la bronca o para encontrar algo. Dos días a jornada completa, y si todo va bien estos dos días, en dos semanas empiezo a trabajar a jornada completa con cambio de contrato inclosed. ¡¡¡Yuju!!! ¡La paciencia tiene premio! Cuando ya empezaba a plantearme no aguantar más las promesas vacías en el tiempo, en un tiempo indefinido en el tiempo y que ya no podía aguantar más porque la situación no se podía sostener más... ¡toma ya! ¡A tope de power! Ya me he levantado con energias (y sí, mi amor, el irme despertando y cada vez que me despertaba te ganaba más da más energias también, pa qué negarlo xD)

En otro orden de cosas, y solapándose (pero por partes, como dijo Jack el Destripador) sigo matriculada y metiéndole caña al ciclo formativo. Este semestre cinco asignaturas. Que si con tres ya iba de culo y estresándome, no quiero imaginármelo con cinco. Por suerte, dos son "repes", no aprobadas, pero que me suenan y que ya he hecho prácticas, así que "algo" me suena y serán como llevar cuatro asignaturas simultáneamente. Pero ahí viene el "solapándose". Tres asignaturas con un curro a media jornada y estresándome, ya me veía muerta con cinco asignaturas (cuatro si hacemos la pirula mental de "son repes") a media jornada... Sólo de pensar que tendré la mitad de tiempo para currármelas porque trabajaré el doble... ¡Diox! Pero ahora mismo, con el subidón de energía, me veo con poder para ganarle a todo.

Y en mente, tengo ya la organización de la casa, dónde quiero cada cosa y cómo las quiero. Y ya he empezado a ponerme a que todo quede así. Porque lo más chungo es conseguir que todo esté bien, mantener no cuesta tanto. Pero lo que sí que cuesta un mundo es ponerse a modo ciclón para que todo quede como quiero, en un tiempo limitado (luego ya empiezo a estudiar por las mañanas otra vez y tiene que estar todo ya en orden, porque no tendré tiempo, y porque quiero que todo esté en orden para tener mi espacio para concentrarme y poder trabajar sin que me de el dolor de espalda crónico que tengo) Y porque sí, cariño, tienes razón, pero necesito hacerlo yo y organizarme, no puedo hacer cosas sin hacer otras antes, porque siguen un orden, aunque tú no lo veas o creas que es por dejadez.



Pero de repente tengo un subidón de energía que no me lo aguanto. Así que lo primero actualizar esto, que se lo debía a una personita que me edulcora la vida, quede con ella o no, porque me lo debía a mi misma, y porque que coño, tengo cosas que decir y decirme, y me apetecía. Y en cuanto acabe, me pongo en modo ciclón (hay que aprovechar xD) con la casa.

Una casa que cada día que pasa me gusta más. Sigo odiando sus esquinas "no-ángulo-recto" pero la vida que tiene me gusta más. Me encanta que seamos 6 (y la familia va en augmento), los domingos por la mañana, los gatos ronroneando cuando estoy en el sofá, los "¡como que los gatos ahora tienen dos padres!", los bollos por sorpresa de algunas mañanas, las comidas para 4, los sofás para dos en que no estoy yo (pero que me encanta ver, o saber que están aunque no lo vea :P), las pizarras con notitas...
Aunque se rompan cosas, aunque hayan discusiones de convivencia. Porque es la primera vez que convivo que con mi compañero de piso, que convivo, hacemos vida juntos (no es un compañero de piso y yasta) y con el que me gusta convivir. Porque la convivencia es dura, pero me gusta. Porque me gusta estar ahí si me necesita. Porque me gusta que esté ahí si lo necesito. Porque me gusta que me despiertes y me mandes a la cama. Porque me gustan los cafés con leche. Porque me gusta dormir contigo y cuando cada uno usa su habitación. Porque me gusta saber que me puedo colgar y contar contigo. Pero eso es otro post para otro día.



Mi vida cada vez me gusta más. Mi vida veo que toma sentido. Y un sentido que me gusta. Veo un futuro, y no sólo mío. Pese a lo que pase inesperado. Y no la puñetera inercia en que siempre la sumo. Aunque coja rutinas nuevas, estas las cojo yo, y me gustan. Y muchos proyectos en mente que ahora sé que, no todos, pero muchos se cumplirán.



La minicadena ya está en el comedor. Y ya está sonando Maná a toda leche. Es el momento de acabar de organizar y de dejar que las cosas fluyan, que el agua corra... Y que todo siga así, éste camino sí.

Goupichiflou.