Decididamente, odio a Murphy y odio a mi mente.
Murphy, por hacerme encontrar cosas que no habia encontrado en cinco años, y hacermelas encontrar ahora. Y a mi mente, por hacerme recordar cosas que creia haber olvidado, y hacermelas recordar ahora.
Desde bien jovencita, recién entrada en el insituto, empecé a escribir. Al principio por diversión, mia y de mis amigas. Después descubrí que escribiendo, dejandome llevar sin pensar, al releer lo escrito, habia conseguido tirar de esa maraña de pensamientos y entender los porqués de mi, de lo que me ocurría y sentía. Y en cierta forma, así siento este blog. Esa forma de divagar sin pensar, de intentar entenderme a mí misma. Porqué sé que sólo si yo me entiendo, podré rectificar en mi vida, y podré aprender para no volver a errar.
Pero dejé de escribir hace cinco años. Hace cinco años que empecé con mi primer novio. Ese que tanto daño me hizo, pero ese que tanto me hizo aprender, ese que ha echo que no cometa los mismos errores. Y también, ese que tanto me enseñó y que tantas primeras cosas compartimos. Y ese también que ha sido con el único hasta la fecha con el que había terminado.
Y justo ahora, vuelve su sombra. Vuelve en forma de cartas olvidadas, de sms escritos en papeles. Incluso de canciones que tantos recuerdos me traen. Recuerdos, que creía olvidados. Y que prefería mantener enterrados. Vuelve en cosas que había escrito. Que ni recordaba haberlo echo. Sentimientos que había olvidado.
Sé que es bueno recordar. Que no se debe hacer un agujero en la tierra, tirarlo todo, quemarlo y tapar el agujero y no volverlo a abrir jamás. Ya sólo te faltaría darle unas palmaditas con la pala a la tierra removida. Sé que recordar te hace crecer y mejorar como persona. Sólo si recuerdas, no tropezarás con la misma piedra. Pero tengo memoria de Dori, de pez, y olvido todo lo malo que se me hace. En parte es bueno, gracias a eso no soy rencorosa, un sentimiento que no me gusta nada, y que hace que viva más feliz. Pero por otra parte, perdono cosas que no debería perdonar. Pero no porque lo perdone, sino porque no lo recuerdo. Nunca le niego la palabra a nadie a no ser que me la haya echo muy gorda. Nunca le hablo a malas a nadie si no me ha echo algo. Y como olvido que lo ha echo, sigo hablandole igual que si no. Y para el otro, Nerea perdona todo. Mi mente es muy selectiva, sólo recuerda lo bueno. Eso lo recuerda al detalle. Pero lo malo no. Sé que me han echo algo, pero no recuerdo el qué. Y cómo me pongo a pensar y no lo recuerdo, pues pienso "bah, no sería tan grave".
Pero lo es. Que te anulen, que te cambien, que te hagan sentir una mierda, es grave. Eso no se debe olvidar. Que te digan que es celoso compulsivo, que no quiere que salgas con tus amigas, ni tan siquiera a hacer un café, por tu bien, y creertelo, es grave. Que te manipulen y no te des cuenta en su momento, es grave. Y no recordarlo lo es más.
Alguien, un día, me dijo que le gustaría tener tip-ex para borrar los momentos malos de su mente. A mi me gustaría tener una memoria externa enorme, para recordarlos. No para hundirme en la miseria, sino para no cometer los mismos errores. Tengo la gran suerte, que en cierto modo esa memoria la tengo. Mi mejor amiga sí se acuerda de todas esas putadas. Y me lo va recordando de cuando en cuando. Tengo la gran suerte de tenerla a mi lado, pese a los años, pese a todo lo que hemos vivido. Pese a todo lo que hemos sufrido juntas. Y gracias también a todo lo que hemos disfrutado juntas. A veces pienso que no sé qué haría sin ella, si la perdiera de mi lado. Igual que no sé que haría sin otra persona que, aunque no llevemos una década uno al lado de otro, y aunque hayamos pasado muchos malos momentos, sigue manteniéndose a mi lado, dándome la fuerza que yo no tengo, que me hace creer en mi. Que me hace sentir tranquila y protegida, y haciéndome sentir que puedo hacer cualquier cosa y afrontar cualquier cosa. Y empujándome a hacer todo lo que siempre he querido y, o bien no he podido, o no he tenido valor de hacerlo.
Dicen que las casualidades no existen. Quiero creer que así es. Que todo esto me sirve para recordar lo que me pasó la otra vez, y que no debo permitir que se repita. De recordar dónde erré y donde no debo volver a errar. De recordar lo aprendido, y echarle huevos, aunque me cueste.
Echarle huevos....
Pero odio a Murphy, y odio a mi mente.
2 comentarios:
Bah, eso nos pasa a tod@s en varias épocas de nuestra(s) vida(s) ...mira, da la casualidad de que hace un ratito le respondí sobre este mismo tema a una amiga, y al final he puesto esas mismas palabras en mi blog como "pensamiento del día" ....así que ya sabes, hazle una visitilla a mi blog para leer mi respuesta, jejeje 0:D
xDDDD
"De tí depende ser fuerte, levantarte cada vez que caigas al suelo, sin importar la fuerza del último golpe que te derribó.
Y cuando nadie, ni siquiera tú, creía ya que pudieras levantarte otra vez, pero pese al esfuerzo lo haces, mueves tus brazos, aprietas los dientes, gritas, empujas y JODER, TE LEVANTAS!!!!
...la satisfacción que sientes en ese momento es increíble..."
Eso me lo pasaste por msn, y me encantó, y ya que lo citas, al menos ponmelo!!! Pontelo, ponselo!! xDD
Y ya que no lo pones tu, lo pongo yo, que para algo es muy bonito y algo que se debe recordar.
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