martes, 25 de diciembre de 2007

Merry fucking x'mas


Y con todo, poco a poco, y como la tortuguita del cuento, llega la navidad. Poco a poco, y cada año antes, llega, sin prisa pero sin pausa. Sin que nos demos cuenta, cada vez hay más anuncios de juguetes, de colonias, de bombones... Hasta que un día te das cuenta que el anuncio de la Loteria ya ha llegado, el del Corte Inglés, el de Suchard, el del Barco Pirata de Playmobil xD ...
Que el anuncio de Freixenet ya ha hecho estreno, que llegó Ambrosio y su Ferrero Rocher, y que te doy las gracias, y gracias es "Merci". Y ves como es noviembre y vas a hacer la compra ya al son de "Silent Night", que hay luces de colores en la calle y te venden ya números de loteria. La del bar, la del trabajo, la del niño de la vecina, el de la prima...

Y vas por la calle y ves a la gente cargada de cosas, y más cosas, y más cosas. Y queremos salir a comprar entre semana, el fin de semana, los festivos... Y a la vez nos quejamos de lo caras que están las cosas. Y una parte de los trabajadores no tiene semana, ni fin de semana ni festivos, porque están ahí para llenar las estanterias que vaciamos, con jornadas más largas y duras que las habituales (que ya de por sí suelen ser negreras) que están ahí para cobrarnos, con una sonrisa y un "gracias, felices fiestas" en la boca, que se tragan tu mal genio y fustración porque somos tan absolutamente borregos, que no somos capaces de hacer una cena con los amigos más que en navidad, porque no somos capaces de hacer un regalo más que en fechas señaladas, y porque no somos capaces de pensar en el que tenemos al lado más que 10 días al año.

Y llega el día de nochebuena, y a las 7.45 de la noche, venimos a comprar los langostinos de la cena, y pataleamos porque no hay los que quería, lloramos porque está caro, y gritamos por nuestra ineptitud. ¡Pues que coño quiere! Y todavía nos indignamos más porque están cerrando "¡Estoy en mi derecho, faltan cinco minutos para cerrar, iré lo rápido que me dé la gana!" ¡Sí señor! Ese es el espíritu navideño. Y la chica que te lo está diciendo, ¿¡qué?! LLeva ahí once horas y media, de pie, atendiendo, habiendo podido dormir como máximo cinco horas, llegará a las nueve como mínimo a casa, tendrá que arreglarse e irse a cenar a casa de alguien, porque claro, ella no puede hacer una cena porque TU la haces. Pero eso nos da igual.

Y ves a la gente por la calle, agobiada, asqueada, cabreada, que le bufa al que le pasa por al lado. Porque tenemos que ser felices en Navidad, y nos fustra ser exactamente igual que el resto del año. Sonreimos con una falsa sonrisa forzada, deseamos felicidad hipócrita con sonrisa prieta...

Detesto ver luces de colores en noviembre por todos los sitios. Detesto oir a todas horas canciones navideñas. Y cuando escucho por decimosexta vez al día una cancioncita de navidad, con sus cascabeles y sus niños cantores del tirol desafinando, me entran ansias asesinas, de matar a golpe de turrón a Papa Nöel o de meterle un mazapan por el culo a un rey mago.

Y detesto las comilonas familiares en las que veo a todo el mundo ponerse hasta el culo y yo bendigo a mi memória por hacer el almuerzo más copioso del año porque sé que voy a pasar hambre. Porque es navidad y no podemos comer la asquerosa comida normal, tenemos que demostrar a la familia que somos guays, y que además "sabemos cocinar", y la pasta que tenemos, así que hacemos comidas de lo más chic, mini raciones de mierda confitada, platos asquerosos, uno tras otro, hasta que llegan las neulas, y me abalanzo sobre ellas. Que sí, que yo soy rara para comer, pero esto es otro jodido deporte. Y detesto aguantar a la familia que sólo veo una vez al año (sólo te veo una vez al año por algo, coño ¬¬ Porque del resto he aprendido a librarme y porque tengo cosas mejores que hacer, pero de esto no "porque es navidad, joder", cuando no te acuerdas de mi ni en mi jodido cumpleaños ¬¬) y detesto tener que tragar, y morderme la lengua y sonreir falsamente cuando tengo hambre. Detesto ver al tío borracho que canta villancico y ¡pam! (casi rompe la mesa) "¡vamos, canta, que no tienes espíritu navideño!" No, lo que no tengo es un nivel etílico en sangre que me desinfectaria cualquier herida que me pudiera hacer.

Y detesto a los que intentan aprovecharse de mi "porque es navidad", cobrandome el triple por cualquier cosa que en cualquier otra época del año. Soy de las que cuando ve una cosa para alguien, lo compra y lo regala porque sí, no necesito la navidad para tener un detalle con alguien. No necesito la navidad para decirle ni demostrarle a alguien que le quiero ni que le echo de menos.

Y sin embargo, me gusta la Navidad, porque coño, si tu ex, con el que no te hablas hace tres años, puede enviarte un sms, cada navidad, deseándote felicidad, en un mensaje que no ha sido escrito en bateria, sino únicamente para ti, y diciendote que le hubiese gustado enviarte un regalo especial, pero que no sabía como envolverte un beso y un abrazo, ¿porque tú no puedes buscar algo único y especial para la gente que es única y especial para ti? Aunque no venga a cuento, aunque nunca lo hayas echo, y aunque no sepas como se lo pueda tomar o ni tan siquiera, si le va a gustar...

Me gusta por los niños ilusionados cuando cogen un caramelo "que les ha dado el rey mago". Me encanta por los niños que aprenden que zumo+agua+cacaolat provoca cagarrinas, así que se les ocurre la idea de ponerselo al Tió. Me encanta ver la magia en sus ojos, la inocencia y la ilusión.

Me encanta quedar con los amigos, alrededor de una cerveza, cuando nos encontramos todos al huir de nuestras casas y nos desahogamos juntos.

Me gusta tener una escusa como cualquier otra de hacer el borrego, de montar fiestas, y de hacer el loco. De hacer manualidades y de montar el árbol y decorar la casa de otra forma

La navidad es una mierda, pero al menos los amaneceres son bonitos.

Porque, señoras y señores, "all I want in Christmas, it's you"



Merry fucking x'mas para todos, y muchos besotes. Thanks, aunque sea again, a los que ya lo saben. Thanks por todo.

No hay comentarios: