Despertar...

Y despertar un día... Y ver que no era tan difícil descansar... Y despertar y darte cuenta que sólo necesitabas unas pastillas, unas caricias y llorar...


Y darte cuenta de que todo va a ir a mejor... Que nada, nada, puede lastimarte ya... Que puedes cojer otra vez la guitarra, aunque sabes que ya nada será igual... Y que aunque eso te asuste... Tan sólo necesitas cerrar los ojos... Y dormir... Y descansar... Y volver al mundo de los sueños... Ese en el que todo sigue igual... En el que nada es lo que es, ni lo que fué, ni lo que será, sino lo que querías que fuera... Lo que querías haber echo y no pasó... Lo que necesitabas que fuera y no sucedió... Lo que tanto soñaste y se cumplió...




Vuelve, princesita, al mundo de los sueños. Donde allí nada es real, donde allí todo sucede, donde allí estás tranquila, donde allí encontrarás la calma... Porque sólo allí podrás arreglarlo, podrás dejar de escuchar, podrás dejar atras los lamentos, las sombras y las penumbras. Vuelve, princesita, al mundo de los sueños, allí donde todo se te cumplirá, donde todo te será concedido...

Vuelve, princesita, al mundo de los sueños... Que allí ya te echan de menos...