Un día desapareceremos... Nacerán nuevos guerreros y nuevas estrellas... Pero tú, serás inmortal para siempre...Serás la más hermosa de las estrellas brillando en el firmamento de la eternidad.
domingo, 25 de noviembre de 2007
El cuento de la pequeña hada
Una pequeña hadita se giró y le miró a los ojos. Sus ojitos de color verde, le escanearon su alma, su pensamiento.
- Simplemente - Le dijo - quiero cuidarte. Simplemente - Prosiguió - quiero darte lo que necesites. Déjame, a mi y a mi polvo de hada, que te haga feliz.
Y él, la miró con curiosidad. Revoloteaba sin parar delante de sus ojos. Desprendia un brillo, que le era único. No podia parar de mirarla. Se habia dado cuenta de que cuando la pequeña hadita revoloteaba a su alrededor, se sentia mejor. Y que eso era lo que ella siempre queria, por lo que ella revoloteaba tanto cerca de él...
- ¿Quieres darme tu polvo de hada? Eso es una parte de ti muy importante, no puedo aceptarlo. Es algo que no puedo corresponder -Dijo él.
- No te estoy pidiendo que me correspondas el gesto. Sé muy bien lo que me puedes dar y lo que no. Y no me hace falta más que aquello que eres capaz de darme de corazón. Soy feliz si te veo feliz. Y eso, eso me vale con creces. Eso paga con creces el polvo de hada que te puedo dar.
Y volvió a mirarla, perplejo. Le costaba entender que puediera dar tanto con lo que, a él, le parecia recibir tan poco a cambio. Y le costaba creer, que fuera para él.
- Déjame hacerte feliz - Le repitió ella - es lo único que quiero... Me gusta verte cuando sonries de verdad, cuando estas relajado y sin preocupaciones. Cuando te pasa algo bueno a mi lado, por pequeño que sea, y eres feliz. Soy feliz cuando me miras, me sonries y me das las gracias. Soy feliz cuando me abrazas, cuando me das un beso, cuando sé que estás ahí, cuando me sorprendes, cuando me demuestras que me conoces mejor que nadie, cuando estás a mi lado, cuando me consuelas, cuando secas mis lágrimas, cuando me haces sentir fuerte, segura, tranquila... Cuando me haces sentir única y especial. Todo eso, es lo que me das de corazón, sin pensar. Y aun crees que eso no vale mi polvo de hada? Toma - Le roció con un poco de él - Estate conmigo, no me eches nunca, y te rociaré siempre con él. Ahora... Piensa en un recuerdo bonito... Y vuela conmigo
Y le cogió de su pequeña mano, y se fué con ella, volando hacia la luna... Para volar hacia un nuevo amanecer.
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